martes, 26 de junio de 2012

Capítulo 15: Investigaciones.


 Entré en el cuarto de Violet, procurando no hacer mucho ruido. Por mi hermana con pasaba nada, pues estaba muerta y no se enteraría, pero su compañera de habitación dormía plácidamente. Me preguntaba como había aguantado tanto viviendo con un fantasma. Porque cualquier noche podría haberse despertado y ver que Violet no respiraba. Pero no, estaba tan quieta como una muñeca a tamaño real.

 No sabía bien lo que buscaba, quizá alguna pista sobre su despertar del accidente, si la hablaron de mí, si la trasladaron directamente aquí...

 Toqué su mano fría, inerte.

 -Pronto estaremos juntas, Violet. -susurré.

 De alguna forma, me encantaba que fuese ella y no otra mi hermana. Nadie mejor que la dulce Violet, mi hermanita pequeña (aunque estuviese a punto de cumplir 15 años). Sin embargo, su cuerpo estaba muerto y no me podía transmitir nada. Me pregunté dónde estaba su espíritu, aunque cuanto más lejos estuviese, mejor.

 Miré bajo su cama. Había un baúl con aspecto prehistórico y desgastado, lleno de polvo.

 Lo abrí.

 Unas viejas botas de montaña, una carpeta, un álbum de fotografías... ¡Un álbum de fotografías! Lo abrí a toda prisa. En la primera hoja ponía: Mi vida perdida. En la primera foto salía ella, cuando no era un bebé recién nacido. La cogía en brazos una mujer misteriosa. La reconocí al instante. Su pelo castaño claro, sus ojos de ese color azul tan espectacular e inconfundible, que también había heredado Violet... era alta, fornida, delgada y guapa. Muy guapa. Incluso con el pijama del hospital. Acababa de dar a luz. A su lado, juntando la mejilla con la de ella, estaba nuestro padre, tan perfecto como ella. Cabello oscuro, ojos marrones, de un color chocolate cremoso. Era alto y fuerte, llevaba sus gafas de lejos. Eso lo recuerdo. Se le veía feliz, se los veía feliz. Violet dormía con dulzura en los brazos de mi madre, y yo... ¿Yo dónde estaba? No aparecía en la foto. Tampoco en la siguiente, ni en la otra. Ni en ninguna otra imagen del álbum. Era raro, pues hay destellos en mi memoria que recuerdo de mi vida en los que aparecía en fotos, ¿Qué era lo que pasaba?

Cerré el álbum, con demasiada fuerza. Que hizo un ruido sordo al golpear tapa con tapa. Miré asustada a la chica dormida. Se removió, pero por suerte no abrió los ojos. Decidí seguir con mi labor a pesar del peligro que corría.

 Abrí la carpeta de color marfil. Había un montón de papelejos, casi todos eran diplomas (mi hermanita tan absolutamente superdotada) pero, lo que me llamo la atención fue un pequeño cuadernito rosa. Su diario.

 ''No debería, no debería, no debería...'' pensé, pero ya lo había abierto.

 Empecé a leer. Pero oí unos pasos por el pasillo que me impidieron continuar.

 El miedo corrió a la velocidad de la luz y se extendió por mis venas. Sin detenerme a pensarlo ni un segundo, me metí el diario en la espalda, sujetado por el pantalón de pijama y tapado por la camiseta y guardé todo de nuevo el el baúl, rezando para que no lo abriese y se diese cuenta de que estaba totalmente desordenado y que le faltaba uno de sus bienes más preciados. Lo puse bajo la cama y salté por la ventana sin preocuparme por la caída, pues alcancé el suelo con ligereza, sin presión. Salí corriendo a mi habitación, necesitaba esconderlo antes de que me volviese tan incorpórea que el diario se cayese de mis manos y yo regresase a mi cuerpo. Conseguí llegar a la puerta justo antes de que eso ocurriese.

 Cuando mi cuerpo recobró el sentido, me levanté de un salto de la cama y abrí la puerta. ¡Allí estaba! Tirado en el suelo. Lo cogí y entré de nuevo, cerrando la puerta. Me tumbé en la cama boca abajo, frente al cuaderno de mi hermana.  Esto estaba mal, ¿seguro que quería hacerlo?

 Suspiré al abrirlo. Necesitaba saber la verdad.

 Leí:

''Querido diario:

 Mi nombre es Violet, Violet Capland. Ayer desperté del accidente. Los médicos me han dicho que puede ayudarme escribir en un diario para no perder mi memoria, lo dudo, aunque de momento todo va bien.

 -> Mis padres han muerto, no han podido hacer nada por ellos. De eso hace 2 días. Tengo muchas ganas de llorar.

 -> Tengo Siete años y mi cumple es el 31 de Octubre.

 -> Me han escrito en una lista de nombres. Es algo referido a adopciones o algo por el estilo.

 -> Mi animal preferido es el perro.

 -> Mi color es azul como los ojos de mi madre, que también tengo yo.

 ...'' 

 Y un montón de cosas más sobre sus gustos y aficiones, para evitar que le ocurriese lo que me pasó a mí. Pero, ¿ por qué no me nombra en ningún momento? ¡Tiene que recordarme! ¡Tiene que saber quién soy! ¡Su hermana!

 Antes de poder continuar leyendo, suena el despertador. Anuncia un nuevo día en el Orfanato Lágrima Perdida. Un día de emociones contradictorias.


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