miércoles, 20 de julio de 2011

Capítulo 6: Recuerdos.

 -Buenos días princesa - dijo mi padre subiendo la persiana y desarropandome.
 -Cinco minutos más- suplique medio dormida.
 -Venga cariño, es tu cumpleaños, felicidades por novena vez.
 Cierto ese día cumpliría 9 años, tan solo un año más y cumpliría una década. La fiesta iba a ser increíble, enel parque de atracciones con todos mis amigos y mi hermana Violet, aunque ella aún tenía 7 años con lo cual eramos muy distinatas peo al fin y al cabo teníamos una conexión especial y casi nunca nos peleabamos. Era la persona más especial en este mundo para mí. Ella y mis padres.
 -¡¡Felicidades Tata!! - entro en mi habitación rosa dando bbrincos de alegría y se sentó en mi cama junto a mí. Entonces me dio un abrazo seguido de un beso en la mejilla y 9 tirones de oreja - uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y... no te doy el último porque ya te lo dí el año pasado de regalo.
 Me saco la lengua divertida.
 -Pero serás... - chillé y la hice cosquillas en la barriga.
 Sus sonoras carcajadas sonaron en la habitación color de princesa y eran como campanillas tintineando.
 -Bueno chicas, hay que prepararse. - interrumpió papá. - Violet, llama a tu madre por favor. Y cumpleañera, vete vistienodo que hoy es tu día. - dicho esto me dió un beso y salió de mi habitación.

 Tras desayunar el gran banquete especial de cumpleaños que me preparo cuidadosamente y con todo el cariño mi madre, cigí mi michilita de corazones y salimos por la puerta principal, sin saber, que esa sería la última vez que vería mi casa...


Me desperte de un salto y sudando a chorros ¿Qué diablos había soñado? No, no era un sueño. Era... sí. Los médicos dijeron que esto podría ocurrir, que a medida que el tiempo pasase yo podía ir recuperando recuerdos. Pero tenían que ser tan acojonanetes como ese. Porque sabía perfectaente, como sólo se sabe en sueños, lo que ocurría tras salir por la puerta de mi casa y montar en el coche, sabía que no volvería a ver a mi familia. ¡¡Espera un momento...!! Entrecerré los ojos pensando. Mi hermana. Yo ya sabía que tenía una hermana que había muerto tabién en el accidente pero no me acordaba de que se llamase... Violet. Lo más probable es que fuese una coincidencia entre mi hermana y mi amiga... Cierto, me llevaba dos años de distancia con las dos personas pero sería pura casualidad. ¡¡Tenía que serlo!! Quisé vagar más en mi mente pero mi mundo se fue apagando y me quedé dormida.

Al día siguiente por suerte para mí no me desperté pensando en mi pesadilla de anoche, pues tenía bastantes problemas también aquí. Cómo por ejemplo que mi corazón anduviese como un león hambriento detrás de lo que podría haber pasado bajo aquella mesa con Paul. Me hubies encantado aquel beso, pero el señoriito no me quería dar explicaciones, simplemente la excusa del no podía, no podía. Pero, era cabezota por naturaleza, también tímida, sí. Pero no pararía hasta besarle.

Miré el reloj despertado, había tiempo pero Chelsea seguía dormida así que la llame por si acaso:
 -Venga Chelsea, despierta, a ver si te vas a quedar dormida.
 -Un poquito más anda...
 -Vamor bella durmiente...- dije agitandola un brazo.
 -Anda, vete por ahí a besuquearte con mi primo.
 -Lo haría encantada, el caso es que tu primo es idiota - dije con bordería.
 -¿Qué te ha echo? - dijo espabilandose.
 -Si te levantas te lo cuento - sonreí.
  Nos pusimos su quierido y mi odiado uniforme y de camino a clase de ciencias le conte mi aventtura romántica bajo la guerra de comida, ella respondía todo el tiempo: ``Ay, pillina´´ o ``Como ligas chavala´´ pero yo no la hacía caso y una vez que terminé le dí una colleja.
 -¡¡Tonta!!
 -Graciaaaaasss - le dediqué mi más deslumbrante sonrisa. Pero nos cruzamos con el cortarrollos y se me borro la sonrisa.
 -Hola chicas- saludó y no le hice caso, ni siquiera le miré a la cara.
 -Hola Paul - le saludó su prima.
 -¿Estás enfadada? - me preguntó.
 Seguí sin dirijirle la palabra ni la mirada. Entonces me puso una mano en la barbilla y me giro la cabeza para que la mirase. Al principio ni me inmuté pero luego no pude evitarlo y me volví a perder en sus ojos. Perdí el rumbo de mis pensamientos hasta que Chelsea nos dió un toque.
 -Que tenemos clase, ¿eh?
 -Sí, sí, vamos. - me separé de Paul y me fuí sin mirar atrás, definitivamente estaba enamorada hasta os huesos. Era absolutamente perfecto.
  
 El día transcurrió sin novedades, todo era bastante mejor a lo que yo imaginaba hacía 3 días. Todo estaba bastante bien y las clases no resultaban tan aburridas ni tan espesas, además pasaban volando las horas, con lo cual llegamos al comedor rápidamente para mi mente. También comimos en silencio pero, a mi pesar con Paul a mi lado.
 -¿Os importa a alguna cambiarme el sitio?- pregunté mosqueada.
 -¿Por qué?- preguntó Violet.
 -Es que Tanya está cabrada con Paul, porque él no la quiso besar ayer.
  Paul y yo la miramos con ojos asesinos a la vez que nos ruborizabamos y nuestras mejillas se coloreaban.
 -¿Qué? Anda Paul, no te averguences, hay muchos adolescentes que no han dado su primer beso a tu edad.
 -No es eso y lo sabes.
 -Está bien, ¿Y tú Tanya? ¿Tienes miedo a perder... como se diga... la virginad de los besos?
 Violet se rió ante su expresión y yo contuve la sonrisa.
 -No, no tengo miedo y mi primer beso ya lo dí con 14 años - mentí, era cierto que no había dado mi primer beso aún pero no quería ni pensaba dejarme en verguenza delante de Paul, Si ya le daba corte besarse conmigo, le daría aún más con una principiante.
 -¡Venga ya! No os atreveis y punto -sonrío desafiante y mirando a Paul, este le devolvía una mirada de desprecio.
 Pero yo no pude contener mi rabia, y mucho menos mi deseo. Acerqué mis manos a su pelo y su cara hacia la mía. Junte nuestros labios y me olvidé de quien era yo y de donde estabamos nosotros. Él me devolvió un apasionante beso que me dejaría sin aliento. No quería ni iba a poder parar...

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