jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 4: No es tan malo...

Una vez que Paul me enseño un poco el estúpido y tan odiado orfanato me acompañó a mi habitación para ayudarme a deshacer la maleta, era un cielo...Y tenía unos ojazos...Y... Me encantaba punto y pelota. Ya no me parecía una tontería eso del amor y los besos, tener novio ya no era repugnante, tras sacer mis pocas ropas de la maleta y meterlas en el armario cogí mi MP3 y lo puse a cargar ya que era muy importante para mí tener música a mi lado. Tambié deseaba ir a la biblioteca, pero estaba bastante cansada y no me apetecía caminar mucho más.
 -Bueno Tanya,  ¿Necesitas algo más?
 -No, gracias Paul.
 -De nada, ha sido un placer conocerte...
 .Oye - dije antes de que abriese la puerta - ¿A qué se refería Chelsea con eso de que no hay servicios de guías?
 Río a carcajada limpia. Su risa. Otra de las muchas cosas que me encantaban de él.
 -A... nada, nada.
 -No, hablo enserio - sin queresr se me escapo una gran sonrisa seguida de una risa tonta -jajaja.
 -Buenas noches Tanya- y tras decirme eso me guió un ojo y salió por la puerta.
 Sentí que me derretía por dentro.

  -¡¡Auuuuu!! - me queje.
 Tenía que hacer algo con mi vida. Ser tan torpe como yo lo era debía de ser un delito o algo por el estilo. Me había caido de la cama cabeza abajo, no dolió mucho pero molesto y me desveló el sueño, con lo cual me costaría mucho volver a dormir.
 Me puse las zapaillas y me aproximé a la mesa de ordenador. Era algo pobre pero en el centro de menores había ordenadores y sabía como manejar aquel pequeño trasto.
 Mientras esperaba a que se encendiese miré a Chelsea, estaba profundamente dormida, si no fuese por sus pequeños ronquidos hubiera apostado a que era una muñeca a escala real, y no le faltaba mucho para pertenecer a la marca Barbie, pues era bastante guapa, la verdad, me caía bien. No era tan malo el orfantato pijo. Algunos pijos, como Chelsea o como Paul.
 Bueno, no estaba tan mal... ¡¡Salvo por el uniforme. Es decir, ¿yoo con una minifalda, unas medias y una camiseta escotada? ¿Estos qué querían? ¿Que los alumnos se enrollaran unos con otros? Bueno, si era con Paul, no me importaba...
 El ordenador arrancó completamente y yo me metí en mi correo, tenía dos nuevos mensajes, eran de Max y de Emma. Abrí primero es de Emma, ya que seguía enfadada aunque fuese ya una tontería...
  ``Querida Tanya, ¿Cómo te va? ¿A qué no está tan mal el orfanato? Apuesto lo que quieras a que te acabara gustando un montón. Desde luego es mucho mejor que el centro de menores, anda no te enfades con el mundo. Solo queremos lo mejor para tí, de todas maneras te has perdido algo muy importante para mí. ¿Te acuerdas de Aston? Ya sabes, el chico que vino nuevo este año.. pues me ha pedido salir y le he dicho que sí. ¿No te parece mono? Bueno, no seré pesada porque ya sé lo que piensas del amor y sus derivado. Simplemente te echo de menos. Me tengo que ir a clase de Inglés. ¡Hasta luego!´´
Bueno otra tortolita, mañana le contestaría al mensaje, pues no tenía muchas ganas de teclear. Salí de mi correo y apagué el ordenador haciendo caso omiso del mensaje de Max, ya no estaba tan cabreada pero otrs 24 horas de desesperación no le vendrían nada mal. Desenchufe el MP3 y me volví a acostar con los auriculares puestos, sonaba Skyscraper de Demi lovato. Pero cuando quise darme cuenta, ya estaba dormida.


 Sonó el despertador y me levante con pereza, eran las 7 de la mañana pero tenía tanto sueño que tenía miedo de que me quedase roque en mitad de la clase. Me vestí rápidamente a la vez que Chelsea, genial cara bonita, cuerpo bonito ¿Tan perfecta era? Me miré al espejo, ¡¡Estupido uniforme!!
 -Me gusta el uniforme - me dijo ella.
 -Odio el uniforme - discrepé.
 -Pero si te queda muy bien en serio. Mira, dejame hacer una cosa.
 Sin que pudiese hacer nada para remediarlo agarró el cepillo del pelo y senti ligeros toque en mi cabello, pero no me molesto, era bastante agradable también sentí el calor de la plancha alisando me el pelo. y el click de una orquilla.
 -Listo, mirate - dijo entusiasmada- ¡'Estas guapísima!
 Me miré de nuevo en el espejo esperando encontrarme con un troll pero no, era cierto. Me quedaba bien.
 -Gracias Chelsea - aporté con una sonrisa.
 -No es nada, vamos a clase.
 -Me cogió el brazo y me llevo a cuestas, pues los pies me pesaban como si fueran de plomo. De camino a clase nos cruzamos con Paul y nos saludamos. Era an guapo y encima me miraba... ¡Me miraba!! ¡¡A mi!! ¡¡¡A Tanya capland!!! Senti un gran cosquilleo en el estomago y era muy agradable. Como si tuviese maripositas.
 - ¿Qué hay entre tú y mi primo?
 -¿Tu primo? - pregunté atonita.
 -Sí, somos primos segundos pero cercanos, de pequeños pareciamos hermanos...
 .No hay nada - murmuré nerviosa.
 -¡Vamos Tanya! ¡No nacía ayer! Y estás roja como un tomate...
 La miré con cara de pilla.
 -Bueno, está bien, me gusta.
 -Lo sabía, pues hala, a clase cuñadita.
 -¡¡No seas tonta!! - dije con cara de enfado pero no pude evitar una gran carcajada.
 Chelsea acompaño a mi risa y nos fuimos como si fuesemos amigas de toda la vida hacía las clases.

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